¿Dónde están las heroínas de la Operación Jaque?
Hoy, 17 años después de la emblemática Operación Jaque, Colombia sigue recordando con orgullo el impecable rescate de 15 secuestrados por las FARC, entre ellos Ingrid Betancourt, Clara Rojas y tres ciudadanos estadounidenses. Esta operación, ejecutada el 2 de julio de 2008, es considerada una de las más audaces y exitosas en la historia de la inteligencia militar del país.
Sin embargo, en medio de los homenajes, los análisis tácticos y los testimonios de los liberados, surge una pregunta que desde la Asociación Heroínas de la Fuerza Pública nos sentimos llamadas a plantear: ¿Dónde están las mujeres que participaron en esta operación? ¿Han sido reconocidas?
La participación femenina: silenciosa pero estratégica
Aunque los informes oficiales y los artículos periodísticos destacan la precisión, el sigilo y la capacidad de infiltración de los agentes, poco o nada se menciona sobre la participación de mujeres en la planificación, logística, inteligencia o ejecución de la operación. Sabemos, por experiencia institucional, que las mujeres han estado presentes en todas las áreas estratégicas de las Fuerzas Militares y de Policía, muchas veces desde roles invisibles pero fundamentales.
En operaciones de esta magnitud, donde se requiere actuación encubierta, manejo emocional, habilidades de comunicación y liderazgo bajo presión, las mujeres han demostrado estar a la altura. ¿Por qué entonces sus nombres no aparecen en los relatos oficiales?
Reconocimiento pendiente
La Operación Jaque fue una victoria sin disparos, una muestra de inteligencia y humanidad. Pero también es una oportunidad para reflexionar sobre la necesidad de visibilizar el papel de las mujeres en la seguridad nacional. No solo como víctimas o figuras simbólicas, sino como protagonistas activas de las misiones más complejas.
Desde Heroínas de la Fuerza Pública hacemos un llamado a las instituciones y a los medios de comunicación para que se reconozca el aporte de las mujeres en esta y otras operaciones. Que se abran los archivos, se escuchen sus voces y se les otorgue el lugar que merecen en la historia.
Seguimos alzando la voz
Hoy, más que nunca, reafirmamos nuestro compromiso con la memoria, la equidad y el reconocimiento. Porque la historia también la escribimos nosotras, desde el uniforme, la inteligencia, la estrategia y el corazón.